viernes, 25 de febrero de 2011

CUANDO LA LUNA ME MIRA

Bueno antes de escribir, he de decir que jamás en mi vida, no la verdad es que no, una idea se había esforzado tanto y de una manera tan tenaz por salir a las letras, por hacerse palabra escrita, y lo digo enserio, es como si esta idea… no se, hubiese tomado verdadera vida, y me obligara a ser escrita, y ya que en estos momentos no vivo precisamente el mejor momento de mi vida, tuvo que vencer algunas gotas de depresión, algo mucho de apatía, cierta pereza mental, y no se cuantos pretextos para hacer que me sentara y le dedicara el tiempo , el tiempo ser escrita, pues bien aquí estoy, siendo quizás esclavo de una idea no tan brillante… o tal vez si, quien lo sabe. .. …

Cuando la luna me mira, hace ya muchos años yo leí de un Selecciones, una revista que por casualidad piso la casa, un relato, de los miles o quizás millones que se publicaban en sus paginas, lectura ligera, pero esta en especial me encanto, era un relato del que obviamente no tengo la mas remota idea del autor, pero muchas de las líneas me persiguen aun ahora, mas de 20 años después, y las conservo en mi memoria, y es que en el se describía mucho de lo que yo mismo experimentaba al mirar la luna, sobretodo la luna llena, Cuando la luna me sigue, era el nombre de este relato, en el que una madre descubre en la inocencia de su hijo y una parte muy hermosa de la vida con el hecho de ver en las cosas mas comunes, algo extraordinario, en este relato su hijo al ir en el automóvil con ella, al mirar la luna le dice con una enorme emoción, con ese animo y optimismo que podemos tener al ser niños, mama, mama, la luna nos sigue, ella, con el cansancio quizás, con el tedio del día o quizás solo con indiferencia, mata esa alegría al explicar con muy poco tacto que no era cierto, que la luna no les seguía, que parecía hacerlo, debido a la distancia que se encuentra de la tierra y su enorme tamaño, que por eso se crea la ilusión de que nos sigue, el niño le creyó…

Después, en el mismo relato la señora va sola en el automóvil y la luna nuevamente es llena, y mira la luna en el cielo, tras el edificio que la oculta para después aparecer al otro lado, bajando una colina desaparece pero subiendo ahí esta de nuevo, ocultándose tras una nube pasajera y buscando la manera de reaparecer, y redescubre esa inocencia, cayendo en cuenta que era verdad, la luna la seguía, llega a su casa y pide a su hijo una disculpa y el relato termina con los dos mirado la luna llena.

Quise empezar por aquí, debido a que yo mismo olvide por un rato mirar la luna, pero la semana pasada, la mire de nuevo y vi que me miraba, disculpen si alguna lagrima se trasluce hacia estas letras electrónicas, pero la mire, y como publique en el facebook, estaba Enorme, Amarilla, Fantástica… y me miraba, la verdad es que me había sentido algo solo estos meses, por demasiadas cosas que no vienen al caso, y eso permitió que algo de melancolía, apatía, y autocompasión se colaran en mi, una combinación algo pesada y densa, pero regresemos al ese día de la semana pasada, era el 17 de febrero, no era aun luna llega pero era un día antes y la mire por la ventana de la combi, y me miro, con su rostro tranquilo y sereno, vi su luz y entendí algunas cosas, y me di cuenta que hacia mucho rato que no la miraba, no lo se, era como si me diera de alguna manera consuelo pero también, como saben hacer nuestras madres y amigos cercanos, también me dijera claramente cuales eran mis errores, mis faltas y desatinos, me recordó algunas de las frases que yo había dicho a algunos de mis amigos, frases que aunque sabia parecía haber olvidado, y me miraba, detrás del un puente peatonal donde la combi paro a bajar a alguien, y como en el relato que les comentaba, parecía que buscaba la manera de asomarse y seguirme mirando, y ahí estaba asomándose y buscándome la cara, tal vez no me susurraba ni me hablaba, pero me miraba, no pude negar que ahí estaba, con las cosas que pasan y con las cosas que son, como yo soy, con las decisiones tomadas y por tomar, y ahí estaba la luna Enorme, Amarilla y Fantástica luna, mirando algo de mi corazón confuso y equivocado, mirando con amor y consuelo, reprendiéndome también y viendo que muchas cosas que nos deprimen no son mas que ilusiones, y que es verdad que uno mismo se las crea, y que si tal vez aun no desaparecían o al menos se hacían mas tenues, a la luz de la luna, como sea que haya sido, tal vez como episodio esquizofrénico, o como aluciné nocturno, pero lo cierto es que el mirarla y verla Enorme, Amarilla y Fantástica, algo del peso que traía acuestas se disipó, no veo aun las cosas totalmente claras, pero esa mirada a la luna, y ese lado lunático en mi, me hizo sentir menos solo, quizás porque no lo estoy, si sentí tristeza he de decir, quizás por no tener alguien especial con quien compartir esa luna, pero envié algunos mensajes a amigos y conocidos para que la miraran y pasaran la voz, quizás la luna pudiera dar algo de consuelo a alguien mas, publique una pequeña nota en face como les comentaba y hacia un rato que no publicaba algo así, y termino como pueden ver, con la resurrección de este blog algo olvidado, con un relato de cómo la luna a veces nos mira y nos hace vernos, de un relato de esa Enorme, Amarilla Fantástica luna.



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